Los que nos dejan
En todas las televisiones del mundo no se habla de otra cosa. El Papa se muere, después de tantas enfermedades, recaidas y recuperaciones, parece ser que esta vez ya no habrá milagro posible. Estamos ante un acontecimiento histórico que no tiene equivalencia ninguna. Es el hombre más importante e influyente del mundo. Nadie tiene más seguidores, ni políticos, ni artistas, ningún dictador tuvo nunca parecido poder. Yo no me atrevo a decir que soy creyente, aunque algo creo. Y ahora creo que Juan Pablo II está a punto de irse al cielo. Me caia bien, me hubiera gustado verlo alguna vez. Es un anciano simpático, muy listo, para mí que soy un zote con los idiomas, me resulta digno de veneración alguien que habló tantos. No sé nada de ningún otro, pero pienso que fue buen Papa. Carismático, amable, trabajador... más allá de intrigas vaticanas, no creo que fuera mala persona. Que Dios le tenga en su Gloria, que se dice.
También el príncipe Rainiero está en las últimas. Pobre hombre. Tan pequeñito, tan abuelito de toda la vida. Y agobiado por los disgustos, primero de la muerte de su esposa y luego por esa tropa de inconscientes que crió. En su país le quieren mucho, a mí también me cae bien. También irá al cielo seguro, es católico y no fue mala persona.
Hace ya más tiempo, pero otro de los más influyentes hombres del siglo XX falleció. Hablo de Arafat. Fue controvertido, yo no sé muy bien que pensar de él. Creo que fue un terrorista sanguinario, pero también que cambió para echarse la pesada carga de sacar adelante a su pueblo. Su gobierno, junto con el de Isaac Rabín, fue de las mejores épocas de la historia de los dos estados y ello se reconoció con premios tan destacados como el Nobel de la Paz o el Príncipe de Asturias de la Concordia.
Me dará pena el fallecimiento de todos ellos. Son hombres que cuando yo nací, ya estaban ahí, parecia que iban a seguir toda la vida. Y un dia, de buenas a primeras, se mueren. No hay largos procesos, no se anuncian sus muertes. De repente, se debilitan y en poco tiempo se van. Igual me sentí con mi tia Fina. Sabes que son viejos, sabes que cualquier dia mueren, pero te sorprendes lo mismo. Cuando algo lleva ahí toda la vida, cuesta creer que algún dia no estará.
Rezaré por el Papa, aunque debe ser la persona que menos lo necesita del mundo. No creo que haya nadie que esté ahora en la tierra más cerca de Dios. Me da mucha pena que muera, pero descansará en paz.
También el príncipe Rainiero está en las últimas. Pobre hombre. Tan pequeñito, tan abuelito de toda la vida. Y agobiado por los disgustos, primero de la muerte de su esposa y luego por esa tropa de inconscientes que crió. En su país le quieren mucho, a mí también me cae bien. También irá al cielo seguro, es católico y no fue mala persona.
Hace ya más tiempo, pero otro de los más influyentes hombres del siglo XX falleció. Hablo de Arafat. Fue controvertido, yo no sé muy bien que pensar de él. Creo que fue un terrorista sanguinario, pero también que cambió para echarse la pesada carga de sacar adelante a su pueblo. Su gobierno, junto con el de Isaac Rabín, fue de las mejores épocas de la historia de los dos estados y ello se reconoció con premios tan destacados como el Nobel de la Paz o el Príncipe de Asturias de la Concordia.
Me dará pena el fallecimiento de todos ellos. Son hombres que cuando yo nací, ya estaban ahí, parecia que iban a seguir toda la vida. Y un dia, de buenas a primeras, se mueren. No hay largos procesos, no se anuncian sus muertes. De repente, se debilitan y en poco tiempo se van. Igual me sentí con mi tia Fina. Sabes que son viejos, sabes que cualquier dia mueren, pero te sorprendes lo mismo. Cuando algo lleva ahí toda la vida, cuesta creer que algún dia no estará.
Rezaré por el Papa, aunque debe ser la persona que menos lo necesita del mundo. No creo que haya nadie que esté ahora en la tierra más cerca de Dios. Me da mucha pena que muera, pero descansará en paz.
2 comentarios
Lebowsky -
Lorena -