He decidido no volver a salir de noche.
Soy gafe, que le vamos a hacer. Llevo todo el verano intentando ir de marcheta y ni p'atrás. Os voy a resumir mis psicodélicos fines de semana de este año:
- La Sardina de Candás: fiesta muy maja, donde los papas comen sardinas a la plancha y nosotros bebemos cualquier cosa que moñe. PROBLEMA: Nada más llegar, aparcamos con gran esfuerzo en zona manifiestamente ilegal, pero en fiestas nadie dice na... se nos va el coche un poco al echar el freno de mano y al arrancar para recolocarlo... sorpresa!! sin batería. Por un lado bien porque nos dimos cuenta al llegar y así nos evitamos el susto a las tantas, pero como Pepe se estresa que es un primor en esas situaciones se empeñó en llamar a la grua entonces mismo (yo optaba por cenar primero y luego que Dios reparta suerte), que nos arrancaron el coche y hala, pa casa sin fiesta y sin cenar. Yo que estrenaba camiseta y me había echao 2 horas en pintarme (raro en mí). A tomar por saco. ESO SI: el viajecito en la cabina de la grua hasta donde estaba el coche. Lo alto que está eso, y dar la curva en una calle estrecha. Ualaaaaa. Yo de mayor quiero ser conductora de grua.
- Piraguas: fiestorra total. 200 mil personas campando y acampando a sus anchas en cualquier sitio donde claven los pinchos de la tienda. Fin de semana etílico. Colegueo a tope, baño en la playa incluído. "La Fiesta" por excelencia. PROBLEMA: A ver que enumero... después de acampar en la playa, ante el calor sofocante decidimos ponernos unas claritas para ayudar a pasar la empanada. Vaso cachi, casera, cervecitas (nos habíamos llevado una nevera de camping y to) pero yo me había olvidado el abrebotellas y Pepe necio como él solo (y como de costumbre) se negó a comprar otro "porque él abría las chapas con un martillo puta madre". Chapa uno, fuera. Chapa dos... "Juder!!!" miro por encima de su hombro mientras corto la empanada y veo en su nudillo una delgada línea roja. "Ya se cortó, leches!" - pienso fastidiada. Al instante dobla el puño y veo que la línea se ensancha y que se le abren las carnes. "Joder, es profunda!!!" - pienso alarmada. Y en esto que cierra del todo el puño y le veo salir el nudillo blanco y reluciente a través de la herida. "Coñoooooooooooooo!!! O_o" - pienso desmayada. Saco tropecientos kleenex y casi lo llevo en volandas a buscar ayuda mientras él aun estupefacto no reacciona. Vamos envueltos en pañuelos a buscar el ambulancia que se ponía donde la meta de las piraguas. No estaba aún. Mierda!! Seguimos hasta unos policías jovenzuelos que ligaban con un par de muchachitas. Al principio nos toman un poco a guasa hasta que sacamos el nudillo de nuevo a pasear. "Huy el hospital de campaña (la ambulancia ahora se llama así) no está puesto, vais a tener que ir a la casa de socorro, al otro extremo del pueblo" y para allá tomamos, mientras yo era presa de horrendos temores pensando si sería mortal la herida y que en todo caso si se quedaba inválido tendría que conducir yo a la vuelta, casí na y presa de remordimientos por haber olvidado el abrebotellas y no haber comprado uno cuando lo vi en aquel escaparate de souvenirs. Total que llegamos, le cosen la pupa (3 puntos, como en la NBA), le ponen la antitetánica y le dicen que si se va a quedar por ahí. Como vemos que sobrevivirá decimos que sí, así que nos aconsejan que la llevemos protegida (bueno él, pero yo me sentía solidaria) por lo que tenemos que parar en la farmacia a comprar tiritas, betadine, gasa, esparadrapo... que por cierto Pepe no me dejó comprar en el super antes de ir porque dijo que iba cargada como para veranear un mes. Terco el niño...
PROBLEMA2: No me lo creo ni yo, pero nos puso una bomba la ETA. Estábamos en la playa, chapuzando y recuperándonos del viernes cuando oimos petardazo. "Esto va a ser que llegaron ya a la meta y lo celebran" Pues que animales,porque vaya bombazo :S pero en esto alguien dice "Huy si se ve como humo ahí" (a escasos metros de donde estábamos)"Eso va a ser que le explotó a alguien el Camping gas", porque justo debajo había tiendas. En 5 minutos, los bomberos, Protección Civil, los locales, la Guardia Civil, el helicóptero, los artificieros, la playa acordonada. La de Dios! Total que fuimos como motos a investigar. Alguien murmuraba no se qué de la ETA, de una bomba y de San Vicente de la Barquera. Anda ya, pero si fue un petardo!! Fuimos al amable Guardia Civil que custodiaba el cordón, en bikini y muy afectados por lo ocurrido (no veas, juas juas) y nos confirmó que se trataba de un artefacto. "Pero eso es una bomba o que?" "Es un artefacto"- respondió lacónico. En ese momento fue que salimos en el periódico todos nosotros junto a un chaval que llevaba un flotador de Willy la ballena. Ya pondré la foto por aqui para que la veais. Total que nos volvimos a la tienda y nos encontramos que la red de telefonía móvil se había caido. Hay que tener en cuenta que estábamos allí más de cien mil personas y media España estaba intentando llamar presa del pánico... menos mi familia que estaban a uvas como siempre. La conversación que tuve con mi hermana que estaba en Leon fue digna de figurar en los anales de la historia: "Arancha, que estamos bien" "Y qué?" con voz de "y a mí que me cuentas". "Na, que no fue nada". "Que no fue nada qué?" con voz de "pa qué me despiertas?". "Lo de la bomba". "Que bomba?" con voz de "einn?!". "En las piraguas, que dicen que pusieron una bomba y que en San Vicente de la Barquera también". "Pero que me estás contando, tia? tú que bebiste ayer???". "Que na, que pongas el telediario y si llama mamá le digas que no fue nada, que se cae la cobertura continuamente y le va a dar un yuyu como intente llamar". ESO SI: El despiporre general fue demasiao, con la patrullera de la Guardia Civil entrando por la ria mientras uno nadaba sentado en un flotador, la peña lanzando piedras de costo en todas direcciones por si registraban...
PROBLEMA3: Me vino la regla. Os imaginais lo que es eso en una tienda de campaña en medio de la playa, rodeada por otras doce mil tiendas a 5 cm de la tuya, en un sitio sin duchas, sin servicios casi (nada más que los de plástico esos que ponen en las fiestas, atestados, os podeis imaginar), sin tener donde asearme... menos mal que fui pertrechada de toallitas húmedas higiénicas y que fue la última noche...
- Las fiestas de Moreda: Moreda es el pueblo de Pepe. Me llevó a cenar con sus amigas y luego me quedaba a dormir en su casa. De mal rollo ya, porque volvía a tener la regla. Dolor de barriga asegurado. Bueno, pues cenamos y empezó a diluviar. Yo iba en sandalias de mega tacón y de madera. Los patinazos que me dí fueron memorables. Pero lo mejor estaba por llegar. Cayó una tormenta de 2 horas seguidas y se fue la luz 2 veces. Una de ellas volvió en una media hora. La segunda ya fue la refinitiva. Os imaginais lo divertido que puede ser salir en un pueblo a oscuras mientras llueve más que cuando Noé, con los bares a oscuras, sin música... yo no lo podía creer. ESO SI: Nos divertimos igual, pasamos media hora intentando sacar una foto a un rayo porque eran espectaculares, de esos horizontales que no tocan el suelo y sin parar de caer. Pillamos uno de lleno. Pero nos tuvimos que ir a dormir entre aguacero y aguacero porque estaba todo el pescao vendido, no?
- Las fiestas de "Cabaña": Cabañaquinta es un pueblo situado donde Dios perdió los gayumbos, a varios kilómetros del pueblo de Pepe. Me llevó allí el sábado todo rumboso para que fueramos de fiestita. Aparte de que no había ni Chus cuando llegamos, pues esperamos por allí tomando un algo y entonces se avecina el PROBLEMÓN: Señoras y señores, me vuelve a venir la regla. No me lo creo ni yo, pero así es. Para colmo sin avisar, porque siempre siempre religiosamente me duele la barriga primero y me viene horas después, con lo que una va sobreaviso. Pues ayer no, mira tú. Empiezo a notar la riada imparable cuando me acuerdo que solo llevo un protegeslip de esos nuevos como papel de fumar. Me voy al servicio espantada, me fabrico una compresa de urgencia con papel higiénico y volvemos a casa a toda velocidad justo cuando se empezaba a animar el cotarro.
No me digais que no es como para tirarse de los pelos. Yo paso. Menos mal que en San Mateo no hubo nada que lamentar aparte de la cochina lluvia de siempre, que si no, me corto las venas con una radial
